Todos los que alguna vez hemos llevado algún curso de valorización de empresas, recordamos los principales conceptos asociados a los métodos enseñados: múltiplos y transacciones comparables, las diversas versiones de flujos de caja descontado, entre otros. Sin embargo, existe una brecha importante si se desea pasar de la teoría a la práctica, principalmente para quienes inician sus carreras como analistas financieros. La pregunta que surge es: ¿cómo llevar a la práctica toda la teoría aprendida?
Una primera parte de la brecha es identificar las fuentes de información financiera. Muchos analistas desconocen dónde se puede encontrar la información relevante que les permita construir los flujos de caja a descontar. Adicionalmente, surgen preguntas claves como: qué ratio de endeudamiento y beta de mercado considerar, qué depreciación y capex son relevantes, de dónde se obtienen las tasas libres de riesgo, etc. Una segunda parte de la brecha es el uso del Excel en sí mismo. Cómo organizo los datos y cómo muestro los resultados, por ejemplo, son preguntas frecuentes.
En lo que a modelación financiera se refiere, en la práctica podemos encontrar extremos. Por un lado, existen modelos simplificados y estáticos, que no permiten hacer cambios en los principales supuestos. Por otro lado, existen modelos en extremo complejos, que incluyen macros y referencias circulares innecesarias. Consideramos al respecto que el camino adecuado es definir un punto medio, que en la práctica no es tan sencillo de lograr, y que requiere no sólo de experiencia profesional en el campo de las finanzas corporativas sino también de orientación adecuada.
Como respuesta a estas necesidades, nace nuestra oferta de cursos a través de SVC Finance School, la cual busca recoger las mejores prácticas a nivel internacional y toda nuestra experiencia en finanzas corporativas, tanto desde el lado académico como desde el lado práctico.